Dicen que con los años se aprende, también que nadie aprende de la experiencia ajena… y es cierto!
Hoy, después de varios años muy bien escondida entre las demás, haciendo un recorrido por las viejas carpetas de fotos que con tanto cariño se guardan me he encontrado con esta fotografía. Es de un viaje a París. Casi siempre antes había pasado desapercibida para mí, pero hoy me ha hecho reflexionar.
Pues sí, otro Viernes amanece y muchos más seguirán haciéndolo. Otra semana que acaba y pronto otra que comienza, así es el ciclo. Estamos íntimamente unidos a ciclos en todos los sentidos. Hoy queremos regalaros una cálida y reconfortante ráfaga de luz. Porque todo llega, porque todo pasa… y así una y otra vez, como la luz de la mañana, como las estaciones del año. Es el equilibrio que enmarca nuestras vidas, un porqué para seguir adelante cada día…